Muni, 9 hs. del día sábado. Una nueva zona campeonato arrancaba para el team alpargatero. Sin embargo, no sería el arranque más feliz.
La primera parte tendría un denominador común: la falta de ideas. Tanto Alpargata como Cabure se cerraron bien atrás, privilegiaron el orden defensivo, y jugaron poco. Ninguno de los 2 equipos tuvo ideas claras, e iban al frente como podían.
Nosotros no tuvimos peso ofensivo, y nuestros intentos se diluían en tres cuartos de cancha. Tanto, que las únicas jugadas de peligro fueron un mano a mano de Mati tapado por el arquero y un tiro de Juano también desviado por el portero.
Cabure, por su parte, no se esforzó mucho más que nosotros. Con una clara tendencia que predominaría todo el partido, llegaban a través de precisos pelotazos al 9, que se las rebuscaba bastante bien para dominar de espaldas al arco y generar peligro.
Así, la primera mitad se iría 0-0.
La segunda parte -otra vez los primeros 10 minutos- arrancó mal para nosotros. Desconcentración en el fondo y gol rival. Como si eso fuera poco, error en la salida, buena presión rival y 2-0.
Parecía mucho premio para un equipo con poco juego… Pero claro, nosotros no hacíamos mucho más, así que a llorar a la iglesia…
Mostrando las garras -como tantas veces- una vez consumada la desventaja, fuimos al frente y lo descontamos. Córner de Juano que Serg anticipó en el primer palo y puso el 1-2. Suspenso para un partido que no mostraba mucho.
Cabure privilegió de vuelta el orden defensivo, y le regaló la iniciativa a la Alpargata. Se replegó bien atrás a esperarnos, y a intentar embocar una contra. Y así fue. En un contragolpe en mayoría numérica, se pusieron 3-1.
La Alpargata fue y fue. Lo más claro de nuestro juego se vio en los últimos 10 minutos. Generamos varias chances, tanto que lo tuvieron Serg, Juano, Marian y Mati pero nada. Faltó precisión en los últimos metros. Cerca del final, en una jugada confusa, luego de un rebote Mati apenas la desvió y 2-3. No quedaría tiempo para mucho más.
Estos partidos desaniman. Sobre todo, por perder con un rival que hizo poco para justificar la victoria. Pero golpearon en los momentos justos, aprovechando nuestros errores y desconcentración, y a otra cosa. Merecida victoria de Cabure.
No bajamos los brazos, daremos pelea hasta el final.